La masacre de Fântâna Albă tuvo lugar el 1 de abril de 1941, en el norte de Bucovina, cuando murieron entre 44 y 3.000 civiles cuando intentaban cruzar por la fuerza la frontera de la Unión Soviética a Rumania, cerca de la aldea de Fântâna Albă, ahora en Chernivtsi Oblast. Ucrania, fue recibida con fuego abierto por las tropas fronterizas soviéticas. Aunque según los informes oficiales soviéticos no murieron más de 44 civiles, los testigos locales afirman un número mucho mayor, afirmando que los sobrevivientes fueron torturados, asesinados o enterrados en fosas comunes. Al parecer, se llevaron a otros supervivientes para torturarlos y matarlos a manos de la NKVD, la policía secreta soviética. Algunas fuentes se refieren a esta masacre como "La Katyn rumana". En 2011, la Cámara de Diputados de Rumania adoptó una ley que establece el 1 de abril como el Día Nacional en honor a la memoria de las víctimas rumanas de las masacres en Fântâna Albă y otras áreas, de deportaciones, del hambre y otras formas de represión organizadas por el régimen soviético en Hertsa, el norte de Bucovina y Besarabia.