La Sinfonía n.° 8 en si menor de Franz Schubert, D. 759 (a veces renumerada como Sinfonía n.° 7, de acuerdo con el catálogo revisado de Deutsch y la Neue Schubert-Ausgabe), comúnmente conocida como la Sinfonía inacabada (en alemán: Unvollendete), es una composición musical que Schubert comenzó en 1822 pero se quedó con solo dos movimientos, aunque vivió otros seis años. También sobrevive un scherzo, casi terminado en partitura para piano pero con solo dos páginas orquestadas.

Algunos musicólogos, incluido Brian Newbould, han teorizado que Schubert pudo haber esbozado un final que, en cambio, se convirtió en el gran entreacto en si menor de su música incidental para Rosamunde, pero toda evidencia de esto es circunstancial. Una posible razón por la que Schubert dejó la sinfonía incompleta es el predominio de la misma métrica (triple métrica). El primer movimiento está en 34, el segundo en 38 y el tercero (un scherzo incompleto) nuevamente en 34. Tres movimientos consecutivos básicamente en el mismo metro rara vez ocurren en sinfonías, sonatas u obras de cámara de los compositores vieneses más importantes.

La Octava Sinfonía de Schubert a veces se llama la primera sinfonía romántica debido a su énfasis en el impulso lírico dentro de la estructura dramática de la forma de sonata clásica. Además, su orquestación no se adapta únicamente a la funcionalidad, sino a combinaciones específicas de timbre instrumental que son proféticas del movimiento romántico posterior, con asombrosos espacios verticales que ocurren, por ejemplo, al comienzo del desarrollo. Hasta el día de hoy, los musicólogos aún no están de acuerdo sobre por qué Schubert no pudo completar la sinfonía. Algunos han especulado que dejó de trabajar en medio del scherzo en el otoño de 1822 porque lo asoció con su brote inicial de sífilis, o que estaba distraído por la inspiración para su Wanderer Fantasy para piano solo, que ocupaba su tiempo y energía inmediatamente después. Podría haber sido una combinación de ambos factores.