El Bombardeo de Alejandría en Egipto por la Flota Mediterránea Británica tuvo lugar el 1113 de julio de 1882.

El almirante Beauchamp Seymour estaba al mando de una flota de quince barcos acorazados de la Royal Navy que habían navegado previamente al puerto de Alejandría para apoyar al jedive Tewfik Pasha en medio del levantamiento nacionalista de Ahmed 'Urabi contra su administración y sus estrechos vínculos con los financieros británicos y franceses. También se le unió en la demostración de fuerza una flotilla francesa. La medida brindó cierta seguridad al jedive, quien retiró su corte al puerto ahora protegido, pero fortaleció a los nacionalistas de 'Urabi dentro del ejército y en todo el resto de Egipto. El 11 de junio comenzaron los disturbios antieuropeos en Alejandría. Los residentes europeos de la ciudad huyeron y el ejército urabista egipcio comenzó a fortificar y armar el puerto. Al rechazarse un ultimátum para detener esta acumulación, la flota británica comenzó un bombardeo de 10 horas de la ciudad sin la ayuda francesa. Los historiadores discuten si el almirante Seymour exageró la amenaza de las baterías egipcias en Alejandría para forzar la mano de una administración Gladstone reticente. Una vez que los británicos atacaron la ciudad, procedieron a una invasión a gran escala para restaurar la autoridad del jedive. Egipto permaneció bajo la influencia británica hasta 1952, y las últimas tropas británicas se marcharon en 1956.

La Flota Mediterránea Británica, también conocida como Estación Mediterránea, era una formación de la Royal Navy. La Flota fue uno de los comandos más prestigiosos de la armada durante la mayor parte de su historia, defendiendo el vínculo marítimo vital entre el Reino Unido y la mayor parte del Imperio Británico en el hemisferio oriental. El primer Comandante en Jefe de la Flota del Mediterráneo fue el nombramiento del General en el Mar Robert Blake en septiembre de 1654 (llamado Comandante de la Flota del Mediterráneo). La flota existió hasta 1967.