El 29 de noviembre de 2009, cuatro policías de Lakewood, Washington, recibieron disparos mortales en la cafetería Forza (ahora Blue Steele), ubicada en 11401 Steele Street #108 South en el área no incorporada de Parkland del condado de Pierce, Washington, cerca de Tacoma. Un hombre armado, luego identificado como Maurice Clemmons, ingresó a la tienda, disparó a los oficiales mientras trabajaban en computadoras portátiles y huyó de la escena con una sola herida de bala en el torso. Después de una persecución masiva de dos días que abarcó varias ciudades cercanas, un oficial reconoció a Clemmons cerca de un automóvil averiado en el sur de Seattle. Cuando rechazó las órdenes de detenerse, un oficial del Departamento de Policía de Seattle le disparó y lo mató.

Cinco personas, todos amigos y familiares de Clemmons, fueron condenados por delitos asociados con ayudarlo a escapar y permitirle eludir la captura, pero la mayoría de las condenas fueron revocadas en apelación, según los hallazgos judiciales de mala conducta de la Oficina del Fiscal del Condado de Pierce, dirigida por Mark Lindquist.

El 29 de noviembre de 2009, cuatro policías de Lakewood, Washington, recibieron disparos mortales en la cafetería Forza (ahora Blue Steele), ubicada en 11401 Steele Street #108 South en el área no incorporada de Parkland del condado de Pierce, Washington, cerca de Tacoma. Un hombre armado, luego identificado como Maurice Clemmons, ingresó a la tienda, disparó a los oficiales mientras trabajaban en computadoras portátiles y huyó de la escena con una sola herida de bala en el torso. Después de una persecución masiva de dos días que abarcó varias ciudades cercanas, un oficial reconoció a Clemmons cerca de un automóvil averiado en el sur de Seattle. Cuando rechazó las órdenes de detenerse, un oficial del Departamento de Policía de Seattle le disparó y lo mató.

Cinco personas, todos amigos y familiares de Clemmons, fueron condenados por delitos asociados con ayudarlo a escapar y permitirle eludir la captura, pero la mayoría de las condenas fueron revocadas en apelación, según los hallazgos judiciales de mala conducta de la Oficina del Fiscal del Condado de Pierce, dirigida por Mark Lindquist.