Cada 30 de mayo, la Comunidad Autónoma de Canarias, un archipiélago español de rica historia y vibrante cultura, celebra con orgullo su Día de las Islas Canarias, una jornada festiva oficial dedicada a conmemorar un hito fundamental en su desarrollo político y social. Esta fecha no es arbitraria; marca el aniversario de la primera sesión del Parlamento de Canarias, que tuvo lugar precisamente un 30 de mayo de 1983. Este evento inaugural significó la constitución efectiva del autogobierno canario tras la aprobación de su Estatuto de Autonomía, consolidando así la identidad y la capacidad legislativa de la región dentro del Estado español.

¿Qué se celebra el Día de Canarias?

El Día de Canarias es más que un simple feriado; es una jornada de reafirmación cultural y política. Se conmemora la autonomía de las islas y se celebra la identidad canaria a través de diversas actividades. Las calles se llenan de música folclórica como la isa o la malagueña, exhibiciones de deportes autóctonos como la lucha canaria o el juego del palo, y mercados de artesanía local donde se pueden encontrar productos únicos de cada isla, desde la cerámica tradicional hasta la cestería de palma. Las familias se reúnen para disfrutar de comidas típicas, como el sancocho o las papas arrugadas con mojo, en un ambiente festivo que resalta el profundo sentido de pertenencia a esta tierra atlántica.

El Archipiélago Canario: Un Tesoro en el Atlántico

Las Islas Canarias son un archipiélago volcánico de asombrosa belleza, estratégicamente situado en el Océano Atlántico, frente a la costa noroeste de África. Geográficamente, está compuesto por siete islas principales, cada una con su propia personalidad y encanto distintivo: Tenerife, Gran Canaria, La Palma, La Gomera, El Hierro, Fuerteventura y Lanzarote. Además, el archipiélago incluye otras islas e islotes de menor tamaño, como La Graciosa (la única habitada de este grupo), Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste, que forman parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, un santuario de biodiversidad marina y paisajística.

Un Sistema Único de Capitalidad Compartida

Lo que a menudo sorprende a los visitantes es que las Islas Canarias ostentan una peculiaridad administrativa: cuentan con dos capitales que ejercen las funciones de sede del gobierno y administración regional. Santa Cruz de Tenerife, ubicada en la isla de Tenerife, y Las Palmas de Gran Canaria, en la isla de Gran Canaria, comparten este honor. Esta singularidad se estableció con el Estatuto de Autonomía, buscando un equilibrio y reconocimiento equitativo entre las dos islas más pobladas y desarrolladas históricamente del archipiélago.

El Misterio Detrás del Nombre: ¿La "Isla de los Perros"?

El origen del topónimo "Canarias" ha generado debate a lo largo de los siglos, pero la teoría más aceptada lo vincula directamente con la palabra latina "canis", que significa "perro". Los textos de Plinio el Viejo, un historiador romano, mencionan la expedición del rey Juba II de Mauritania al archipiélago, donde supuestamente encontraron "perros de gran tamaño". No obstante, otra teoría sugiere que estos "perros" podrían haber sido en realidad grandes focas monje, animales que antaño poblaban las costas del archipiélago y que eran conocidas en latín como "canis marinus" (perro marino). Independientemente de la especie exacta, la conexión con los cánidos parece ser el hilo conductor de la denominación de estas islas.

Los Antiguos Habitantes: Los Guanches y su Legado

Antes de la llegada de los europeos, las Islas Canarias estaban habitadas por poblaciones aborígenes, comúnmente conocidas como los Guanches. Este término, aunque originario para referirse solo a los habitantes de Tenerife, se ha extendido para englobar a todas las poblaciones indígenas del archipiélago. Estos pueblos, organizados en tribus, desarrollaron una cultura rica y distintiva, adaptada a las particularidades de cada isla. Vivían en cuevas o construcciones de piedra seca, practicaban la ganadería (especialmente de cabras, ovejas y cerdos) y una agricultura rudimentaria, y tenían complejas estructuras sociales y religiosas.

Conexiones Ancestrales: Guanches y Bereberes

Investigaciones arqueológicas y genéticas recientes han reforzado la teoría de que los Guanches y otros aborígenes canarios eran descendientes de poblaciones bereberes del norte de África. Sus similitudes culturales, lingüísticas (se han encontrado inscripciones rupestres que recuerdan al tifinagh, la escritura bereber) y genéticas apuntan a varias oleadas migratorias desde el continente africano en el último milenio antes de Cristo y en los primeros siglos de nuestra era. Esta herencia bereber es un componente fundamental para comprender la singularidad del pueblo canario, visible en rasgos físicos, costumbres y algunos elementos del habla.

Canarias en la Historia de España: Un Puente hacia el Nuevo Mundo

La incorporación de las Islas Canarias a la Corona de Castilla se produjo a lo largo del siglo XV, en un proceso de conquista que culminó con la toma de Gran Canaria en 1483, La Palma en 1493 y Tenerife en 1496. Aunque el texto original menciona que "ganaron su autonomía a finales del siglo XV", es crucial contextualizarlo: en lugar de una autonomía tal como la entendemos hoy, las islas obtuvieron un régimen jurídico y económico especial conocido como los "fueros" o el "fuero de Canarias". Este fuero les otorgaba ventajas fiscales y aduaneras, así como una administración diferenciada respecto al resto de la Península, en gran medida debido a su papel estratégico para la corona.

Punto Clave en la Ruta Transatlántica

El archipiélago canario se convirtió en un pilar esencial en la expansión marítima de España. Sus puertos, particularmente La Gomera y Gran Canaria, sirvieron como última escala europea para las naves que se aventuraban hacia el Nuevo Mundo. Cristóbal Colón, por ejemplo, hizo escala en varias ocasiones en las Canarias (especialmente en La Gomera para repostar agua y víveres, y realizar reparaciones), aprovechando los vientos alisios que facilitaban la travesía atlántica. Esta posición privilegiada no solo les confirió una importancia geopolítica inmensa en la época de los descubrimientos, sino que también las enriqueció cultural y económicamente, forjando un carácter transcontinental que aún hoy las define.